Te enseñamos a rezar el rosario en 10 sencillos pasos...
1. Mientras se sostiene el Crucifijo hacer la Señal de la Cruz y luego recitar el Credo.
2. En la primera cuenta grande recitar un Padre Nuestro.
3. En cada una de las tres siguientes cuentas pequeñas recitar un Ave María.
4. Recitar un Gloria antes de la siguiente cuenta grande.
5. Anunciar el primer Misterio del Rosario de ese día o la meditación del misterio que se enseñará más adelante y recitar un Padre Nuestro en la siguiente cuenta grande. Estos son los misterios del Rosario:
MISTERIOS GOZOSOS (lunes y sábado): 1. La encarnación del Hijo de Dios. 2. La visitación de Nuestra Señora a Santa Isabel. 3. El nacimiento del Hijo de Dios. 4. La Presentación del Señor Jesús en el templo. 5. La Pérdida del Niño Jesús y su hallazgo en el templo.
MISTERIOS DOLOROSOS (martes y viernes): 1. La Oración de Nuestro Señor en el Huerto de Getsemaní. 2. La Flagelación del Señor. 3. La Coronación de espinas. 4. El Camino del Monte Calvario cargando la Cruz. 5. La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor.
MISTERIOS GLORIOSOS (miércoles y domingo): 1. La Resurrección del Señor. 2. La Ascensión del Señor. 3. La Venida del Espíritu Santo. 4. La Asunción de Nuestra Señora a los Cielos. 5. La Coronación de la Santísima Virgen.
MISTERIOS LUMINOSOS (jueves): 1. El Bautismo en el Jordán. 2. La autorrevelación en las bodas de Caná. 3. El anuncio del Reino de Dios invitando a la conversión. 4. La Transfiguración. 5. La Institución de la Eucaristía, expresión sacramental del misterio pascual.
6. En cada una de las diez siguientes cuentas pequeñas (una decena) recitar un Ave María mientras se reflexiona en el misterio.
7. Recitar un Gloria tras las diez Ave Marías. Se puede finalizar diciendo: "Ave María Purísima. Sin pecado concebida". Y la oración: "María, Madre de gracia, Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos, Señora nuestra".
8. Cada una de las siguientes decenas es recitada de la misma manera: anunciando el correspondiente misterio, recitando un Padre Nuestro, diez Ave Marías y un Gloria mientras se medita en el misterio.
9. Cuando se ha concluido el quinto misterio el Rosario suele terminarse con el rezo de la Salve y las letanías.
¿Qué son las letanías?
Clamores al Señor, a Cristo; peticiones a cada una de las personas divinas, y a la Santísima Trinidad; piropos encendidos a Santa María: Madre de Cristo, Madre Inmaculada, Madre del Buen Consejo, Madre del Creador, Madre del Salvador..., Virgen prudentísima..., Asiento de la Sabiduría, Rosa mística, Torre de David, Arca de la Alianza, Estrella de la mañana..., Refugio de los pecadores, Consoladora de los afligidos, Auxilio de los cristianos... Y el reconocimiento de su reinado —¡Reina!— y el de su mediación —bajo tu protección nos acogemos, Santa Madre de Dios..., líbranos de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita. Aquí te las presentamos:
Señor, ten piedad.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Cristo, ten piedad.
Señor, ten piedad.
Cristo, óyenos.
Cristo, escúchanos.
Dios Padre celestial, ten misericordia de nosotros
Dios Hijo, Redentor del mundo, ten misericordia de nosotros
Dios Espíritu Santo, ten misericordia de nosotros
Trinidad Santa, un solo Dios, ten misericordia de nosotrosSanta María, ruega por nosotros
Santa Madre de Dios, ruega por nosotros
Santa Virgen de las Vírgenes, ruega por nosotros
Madre de Cristo, ruega por nosotros
Madre de la Iglesia, ruega por nosotros
Madre de la divina gracia, ruega por nosotros
Madre purísima, ruega por nosotros
Madre castísima, ruega por nosotros
Madre virginal, ruega por nosotros
Madre sin corrupción., ruega por nosotros
Madre inmaculada, ruega por nosotros
Madre amable, ruega por nosotros
Madre admirable, ruega por nosotros
Madre del buen consejo, ruega por nosotros
Madre del Creador, ruega por nosotros
Madre del Salvador, ruega por nosotros
Virgen prudentísima, ruega por nosotros
Virgen digna de veneración, ruega por nosotros
Virgen digna de alabanza, ruega por nosotros
Virgen poderosa, ruega por nosotros
Virgen clemente, ruega por nosotros
Virgen fiel, ruega por nosotros
Espejo de justicia, ruega por nosotros
Trono de sabiduría, ruega por nosotros
Causa de nuestra alegría, ruega por nosotros
Vaso espiritual, ruega por nosotros
Vaso digno de honor, ruega por nosotros
Vaso insigne de devoción, ruega por nosotros
Rosa mística, ruega por nosotros
Torre de David, ruega por nosotros
Torre de marfil, ruega por nosotros
Casa de oro, ruega por nosotros
Arca de alianza, ruega por nosotros
Puerta del cielo, ruega por nosotros
Estrella de la mañana, ruega por nosotros
Salud de los enfermos, ruega por nosotros
Refugio de los pecadores, ruega por nosotros
Consuelo de los afligidos, ruega por nosotros
Auxilio de los cristianos, ruega por nosotros
Reina de los Ángeles, ruega por nosotros
Reina de los Patriarcas, ruega por nosotros
Reina de los Profetas, ruega por nosotros
Reina de los Apóstoles, ruega por nosotros
Reina de los Mártires, ruega por nosotros
Reina de los Confesores, ruega por nosotros
Reina de las Vírgenes, ruega por nosotros
Reina de todos los Santos, ruega por nosotros
Reina concebida sin pecado original, ruega por nosotros
Reina elevada al cielo, ruega por nosotros
Reina del Santísimo Rosario., ruega por nosotros
Reina de la familia, ruega por nosotros
Reina de la paz, ruega por nosotros.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Perdónanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Ten misericordia de nosotros.
Nos acogemos bajo tu protección, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestra necesidad, antes bien sálvanos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Escúchanos, Señor.
Cordero de Dios, que quitas los pecados del mundo. Ten misericordia de nosotros.
Nos acogemos bajo tu protección, Santa Madre de Dios: no desprecies las súplicas que te dirigimos en nuestra necesidad, antes bien sálvanos siempre de todos los peligros, Virgen gloriosa y bendita.
Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios.
Para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
10. Mientras se sostiene el Crucifijo hacer la Señal de la Cruz y luego recitar el Credo, terminando con la oración: "Te suplicamos, Señor, que nosotros tus siervos gocemos siempre de salud de alma y de cuerpo y, por intercesión de Santa María siempre Virgen, nos veamos libres de las tristezas presentes y gocemos de las eternas alegrías. Por Jesucristo, nuestro Señor".
SEÑAL DE LA CRUZ
+ Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
+ Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos líbranos Señor, Dios nuestro.
+ En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
CREDO DE LOS APÓSTOLES
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
Creo en Dios, Padre todopoderoso, Creador del cielo y de la tierra. Creo en Jesucristo, su único Hijo, nuestro Señor, que fue concebido por obra y gracia del Espíritu Santo, nació de Santa María Virgen, padeció bajo el poder de Poncio Pilato, fue crucificado, muerto y sepultado, descendió a los infiernos, al tercer día resucitó de entre los muertos, subió a los cielos y está sentado a la derecha de Dios, Padre todopoderoso. Desde allí ha de venir a juzgar a vivos y muertos. Creo en el Espíritu Santo, la santa Iglesia católica, la comunión de los santos, el perdón de los pecados, la resurrección de la carne y la vida eterna. Amén.
INVOCACIÓN AL ESPÍRITU SANTO
Espíritu Santo, Tu que me aclaras todo, que iluminas todos los caminos para que yo alcance mi ideal. Tu que me das el don Divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen y que en todos los instantes de mi vida estas conmigo. Quiero en este corto diálogo agradecerte por todo y confirmar que nunca quiero separarme de Ti, por mayor que sea la ilusión material. Deseo estar contigo y todos mis seres queridos en la gloria perpetua, Amén.
Espíritu Santo, Tu que me aclaras todo, que iluminas todos los caminos para que yo alcance mi ideal. Tu que me das el don Divino de perdonar y olvidar el mal que me hacen y que en todos los instantes de mi vida estas conmigo. Quiero en este corto diálogo agradecerte por todo y confirmar que nunca quiero separarme de Ti, por mayor que sea la ilusión material. Deseo estar contigo y todos mis seres queridos en la gloria perpetua, Amén.
ACTO DE CONTRICIÓN
Jesús mi Señor y redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, me pesa de corazón porque con ellos te he ofendido a tí que eres un Dios tan bueno, propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna, Amén.
Jesús mi Señor y redentor, yo me arrepiento de todos los pecados que he cometido hasta hoy, me pesa de corazón porque con ellos te he ofendido a tí que eres un Dios tan bueno, propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu infinita misericordia, me has de conceder el perdón de mis culpas y me has de llevar a la vida eterna, Amén.
PADRENUESTRO
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu Nombre; venga a nosotros tu reino; hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo. Danos hoy nuestro pan de cada día; perdona nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en la tentación y líbranos del mal. Amén.
AVEMARÍA
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Dios te salve, María; llena eres de gracia; el Señor es contigo; bendita Tu eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
GLORIA
Gloria al Padre, y al Hijo, y al Espíritu Santo, Como era en el principio, ahora y siempre, y por los siglos de los siglos. Amén.
- María, Madre de gracia y Madre de misericordia, en la vida y en la muerte ampáranos Madre Nuestra.
- Oh Mi buen Jesús, perdónanos nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno y lleva todas las almas al Cielo, especialmente las más necesitadas de tu misericordia, Amén. (Oración de Fátima) .
SALVE
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra; Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos de Eva; a Ti suspiramos, gimiendo y llorando, en este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora, abogada nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos misericordiosos; y después de este destierro muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre. ¡Oh clementísima, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios, para que seamos dignos de alcanzar las promesas de Nuestro Señor Jesucristo.
Oración. Omnipotente y sempiterno Dios, que con la cooperación del Espíritu Santo, preparaste el cuerpo y el alma de la gloriosa Virgen y Madre María para que fuese merecedora de ser digna morada de tu Hijo; concédenos que, pues celebramos con alegría su conmemoración, por su piadosa intercesión seamos liberados de los males presentes y de la muerte eterna. Por el mismo Cristo nuestro Señor. Amén.
- Consagración a la Santísima Virgen: ¡Oh Señora mía, oh Madre mía! yo me ofrezco enteramente a vos y, en prueba de mi filial afecto, os consagro en este día mis ojos, mis oídos, mi lengua, mi corazón, en una palabra, todo mi ser. Ya que soy todo vuestro, ¡oh madre de bondad!, guardadme y defendedme como cosa y posesión vuestra. Amén.