SEÑOR, TÚ QUE SABES QUE LOS PENSAMIENTOS DE LOS MORTALES SON INSEGUROS Y TÍMIDOS; ENVÍANOS POR MARÍA, EN LA CUAL SE ENCARNÓ TU HIJO, EL DON DE TU CONSEJO, PARA QUE NOS HAGA CONOCER LO QUE TE AGRADA Y NOS DIRIJA EN NUESTROS TRABAJOS.
POR CRISTO NUESTRO SEÑOR. AMÉN